Por: Ariel Ávila.

El Bajo Cauca Antioqueño es un verdadero campo de batalla entre organizaciones criminales y un escenario de disputa política. Alcaldes capturados por relaciones con grupos criminales, alcaldes destituidos y una guerra que desangra la región entre el Clan del Golfo y Los Caparrapos, además de un boom de las economías ilegales dibujan la compleja situación en municipios como Caucasia, Cáceres, Taraza, entre otros.

La guerra del Bajo Cauca

En la subregión del Bajo Cauca hacen presencia cinco Grupos Armados Organizados (GAO): Clan del Golfo, Caparros, ELN y los Grupos Armados Posfarc -GAPF- frentes 36 y 18. Toda esta presencia se explica por la economía del narcotráfico y la minería ilegal. Los seis municipios del Bajo Cauca han sido focalizados como municipios PDET y Zonas Futuro, debido a la compleja situación de seguridad que se presenta; y los municipios de Cáceres y Tarazá hacen parte del programa Nacional de Sustitución de Cultivos ilícitos -PNIS-.

Después de la dejación de armas de las FARC-EP en el año 2016, estalló una guerra sin cuartel en a región, la cual ha dejado decapitaciones, descuartizamientos y masacres. De hecho, las primeras decapitaciones comenzaron a aparecer en esta región en el año 2019. Los dos actores centrales de la disputa son el Clan del Golfo y Los Caparrapos, quienes habían sido aliados por años.

Los reacomodos criminales se explican, por lo menos por cuatro factores. (i) Los espacios vacíos dejados por las FARC-EP que permitieron el acceso y control de las cadenas productivas de las economías ilegales por el Clan del Golfo, que antes controlaban las FARC-EP. De hecho, en el municipio del Envigado se dio una reunión entre organizaciones criminales para cooptar las zonas que eran de las FARC vía franquicias. (ii) La desconexión entre la comandancia del Clan del Golfo en el Urabá antioqueño con las franquicias que tenía negociadas con los herederos de los extintos Bloques Central Bolívar y Mineros de las AUC, representados, principalmente, por el Bloque Virgilio Peralta Arenas (BVPA), actualmente mejor conocidos como los ´Caparrapos´. De hecho, la disputa habría comenzado por la intención del mando del Clan del Golfo de hacer un proceso de sometimiento a la justicia, lo cual no les gustó a sus socios de Los Caparrapos.

(iii) El fortalecimiento de los Caparrapos, que se separan de los acuerdos que sostenía con el Clan del Golfo en el 2017, inicialmente, esto llevó a que se expulsaran de su territorio histórico a los frentes del Clan del Golfo hacia el sur de Córdoba y empieza la declaratoria de guerra extendiéndose hacia el Norte y Nordeste de Antioquia y al sur de Córdoba; (iv) La entrada de un nuevo oferente en el mercado del narcotráfico en la subregión, el Cartel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) que rompió con la hegemonía del Clan del Golfo apoyadas por el Cartel de Sinaloa.

A diciembre del 2020, en los seis municipios de la subregión, se registraron 299 homicidios, según Medicina Legal; lo que representa una tasa de homicidios de 114,69 por cada 100 habitantes. Un incremento en comparación con 2019 cuando, según Medicina legal, se registraron 283 homicidios, lo que representó una tasa de 110,95. Cabe resaltar que en 2020 se perpetraron 13 masacres, según la OCHA, y fueron desplazados 6.999 personas, según datos del RUV.

Por su parte, a nivel municipal las cifras de hechos victimizantes son muy significativas respecto al nivel de concentración de la violencia y riesgo que vive Caucasia, la capital de la subregión.

En Caucasia, en lo que va del 2021, se han registrado 16 homicidios en los 3 primeros meses del año y en 2020 hubo una tasa de homicidios de 81,73; tasa tres veces más alta que la alcanzada en 2020 a nivel nacional; aunque la tasa de homicidios disminuyó un 40,12 % respecto a la tasa de homicidios del año 2019 que fue de 136,49.

Hace apenas unas horas, el 13 de abril se sumó a la lista de asesinatos la muerte del gerente del Hospital Cesar Uribe Piedrahita, Luis Octavio Gutiérrez Montes, quien había sido nombrado en mayo del 2020 para clarificar y enrutar la administración del centro de salud más importante de la subregión. Lo que desencadenó en un consejo de seguridad que, aun con la presencia de la fuerza de tarea especial Aquiles del Ejército, no ha conseguido parar la guerra entre ilegales y sus consecuencias para los civiles.

El combustible de guerra

En 2020 las economías en Bajo Cauca se movieron alrededor de la minería ilegal, el narcotráfico y las extorsiones. El oro se ha convertido en la principal fuente de financiación de las organizaciones criminales que, a través del ejercicio de la minería ilegal y las extorsiones a las que someten a los gremios de mineros informales, han encontrado su principal fuente de financiación. Cabe resaltar que la mayor participación económica de la región es la minería con 23,1%, es esta subregión en Antioquia la que tiene el predominio de la producción minera asociado con un 48,7% del total del departamento (Gobernación de Antioquia, 2020).

El gremio de mineros no cesó sus labores en medio de la cuarentena, de hecho, en diálogos sostenidos con mineros informales de la región, se conoció que las organizaciones criminales no cesaron de extorsionar a los dueños de las dragas y las minas, obligándoles a pagar un porcentaje de las ganancias que obtuvieron de la explotación del suelo. Incluso, la mayoría de los mineros ilegales han tenido que pagar extorsiones a dos o más GAO que hacen presencia en la subregión.

El narcotráfico se convierte en la segunda economía ilegal en disputa, según el último informe entregado el 17 de junio de 2021 por el Sistema Integrado de monitoreo de Cultivos ilícitos -SIMCI- de la Oficina de Las Naciones Unidas contra la Droga y El Delito -UNDOC-. En Antioquia los principales enclaves productivos se encuentran en los municipios de Tarazá, Valdivia y Cáceres. Para el 2019, en Antioquia se reportaron 9.481,93 hectáreas de cultivos de coca, de las cuales 7.863,58 se encuentran en 5 de los municipios de Bajo Cauca: Tarazá (2.061,72); Cáceres (1.101,54); El Bagre (648,31); Nechí (530,37); Zaragozá (346,37).

Una democracia atravesada por el conflicto

De los 6 gobiernos locales que se iniciaron en 2020 en Bajo Cauca, dos de ellos presentaban cuestionamientos en temas de corrupción y relacionamientos con GAO. El fallecido alcalde de Tarazá, Miguel Ángel García, presentaba cuestionamientos por haber sido juzgado en un proceso de parapolítica. Asimismo, el alcalde de Cáceres, Juan Carlos Rodríguez, tiene cuestionamientos por hacer parte del Clan político “Los Pacheco”. Su primo, el exalcalde Ubaldo Enrique Pacheco Julio, electo para el periodo 2012-2015, es investigado por peculado por apropiación y prevaricato por acción.

Históricamente, en esta subregión del país se han establecido relaciones entre organizaciones criminales y políticos. De acuerdo con las investigaciones realizadas por Pares, se ha logrado establecer que las alcaldías municipales han sido fortines de Clanes políticos en asocio con grupos crminales y economías ilegales, además de diversos casos de corrupción.

Elecciones 2019: el palo electoral y la nulidad de la elección

En medio de este panorama de violencia y guerra, el 27 de octubre de 2019 Leiderman Ortiz Berrio fue electo como alcalde de Caucasia por el Partido de la U con 16.002 votos, el 40,95 % de los votos válidos. Con este resultado, se cortó un control que llevaba la Alcaldía desde 2008 en cabeza del ex alcalde José Nadin Arabia Abissad, previamente cuestionado en las investigaciones de Pares por sus presuntos relacionamientos con el excomandante paramilitar Ramiro ´Cuco´ Vanoy, quien lo nombra en su sentencia condenatoria, además de su conocida relación con José Bayron Piedrahita Ceballos, narcotraficante extraditado a Estados Unidos en abril de 2019 y tras pasar una sentencia de seis meses deportado de regreso a Colombia en noviembre de 2019.

La elección fue un “palo electoral” que nadie previó, especialmente porque Arabia Abissad es el mayor elector que ha tenido el municipio: fue alcalde en tres ocasiones (1992-1994, 1998-2000 y 2012-2015) y el alcalde saliente Óscar Aníbal Suárez (2016-2019) había llegado allí con su apoyo.

En sus administraciones ha sido reconocido por la construcción de barrios y la entrega de viviendas, tal es su nivel de influencia y poder que los barrios construidos con dineros públicos fueron nombrados como: Villa Arabia I y II, El Camello I y II, y El dromedario, haciendo una clara referencia a su nombre. De hecho, al pasar por varias de las obras realizadas por sus administraciones se encuentran frecuentemente su firma: un camello dibujado en una placa de cemento.

Por su parte, Leiderman Ortiz es reconocido por su labor periodística en la subregión a través de su periódico virtual “La voz del pueblo”, sobre temas de corrupción y conflicto armado. Ya había sido candidato para la alcaldía en las elecciones de 2011 por el Partido Verde, donde apenas consiguió 2.045 votos a 12.000 del ganador, justamente José Nadin Arabia Abissad.

Uno de los elementos diferenciales para las elecciones de 2019 fue el fortalecimiento político de la campaña de Ortiz Berrio. De acuerdo con las investigaciones de Pares, se pudo establecer que su victoria fue gracias al apoyo de Germán Hoyos Giraldo, el congresista más votado en el municipio en 2018; y su estructura política en Caucasia en cabeza de los hermanos Orlando José Rodríguez, ex gerente del hospital Cesar Uribe Piedrahita de Caucasia (2012-2020), y su hermano Óscar Luis Rodríguez; todo un Clan político local que ha sido denunciado por sus manejos irregulares del hospital.

No obstante, la elección fue demandada a causa de una inhabilidad de Berrio por haber firmado un contrato en noviembre de 2018 con la administración municipal saliente, lo que dio paso a una medida cautelar que impidió su posesión. Desde entonces, el alcalde encargado ha sido Felix Olmedo Arango Correa, quien se venía desempeñando como subdirector científico del Hospital César Uribe Piedrahita, fortín del Clan Rodríguez.

Con base en lo anterior, Pares pudo establecer que la Alcaldía de Caucasia se encuentra en manos del Clan Rodríguez, quienes gobiernan en cuerpo ajeno con Arango Correa, lo que se terminó de comprobar cuando nombró a Óscar Luis Rodríguez como Gerente del Covid en agosto de 2020, y como su secretario de gobierno en octubre del mismo año, sin ningún tipo de cualificación para el cargo.

Las elecciones atípicas

Después de un año y un mes desde el inicio del proceso de nulidad, el Consejo de Estado finalmente decidió invalidar la elección de Leiderman Ortiz, y en abril de 2021 la Gobernación de Antioquia definió el 6 de junio de 2021 como fecha para llevar a cabo las elecciones atípicas a la Alcaldía de Caucasia.

Posteriormente, la Personería de Caucasia publicó la totalidad del calendario electoral de las atípicas.

Como se evidencia en el cronograma, desde el 13 de abril se habilitaron las inscripciones de candidaturas hasta el día 27 de abril. El 6 de mayo se verificará que ninguna de las candidaturas se encuentre inhabilitada y, posterior a las elecciones el 7 de junio, finalizarán los escrutinios municipales. De ser necesario, los escrutinios departamentales, en caso de apelación, se realizarán el 8 de junio.

De acuerdo con el trabajo de investigación realizado por Pares, se pudieron identificar varias precandidaturas a las que se les está haciendo seguimiento por la importancia e influencia del devenir político de Caucasia, a raíz de la grave situación de seguridad municipal y de la subregión en general.

Precandidaturas

Al primer día de inscripción de candidaturas se barajan siete precandidaturas, dos de estas son personas que participaron en las elecciones de 2019, quienes serán protagonistas de las atípicas:

Leiderman Ortiz Berrio

El periodista independiente va a participar nuevamente de las elecciones tras su victoria en 2019, ahora con la seguridad de no estar inhabilitado para ser candidato. Al parecer, su candidatura iría por el partido AICO.

José Nadin Arabia Abissad

El cuestionado exalcalde cuenta con el apoyo del también exalcalde Óscar Aníbal Suárez, después de haberse distanciado en las elecciones de 2019.

Fuentes de Pares en el municipio confirmaron que Arabia ya lleva un tiempo realizando eventos virtuales con afluencia entre 50 y 70 personas, en las que han participado miembros del Centro Democrático, lo que podría indicar un posible aval de ese partido. También es cercano al partido Cambio Radical.

No hay que olvidar que, además de su presunto relacionamiento con la parapolítica, para 2019 contaba con procesos en la Fiscalía por distintos delitos como peculado, prevaricato y concierto para delinquir. Entre estos se desarrollaba una investigación por su posible vinculación con el asesinato de un periodista y activista político en Caucasia en el 2015.

Adicionalmente, la administración municipal contaba con un proceso de investigación desarrollado por la Contraloría General de la República por el uso de recursos provenientes del Sistema General Regalías para la construcción de una placa huella, por un valor de 1.400 millones de pesos en el 2015, último año de la administración de Arabia, por vicios en la etapa precontractual.

Surany Arboleda Arias

Arboleda Arias es abogada especialista en Derecho Penal y de Familia. Se ha formado como líder política siendo directora y cofundadora de la Corporación Mujeres Valientes desde 2010, es coautora del libro Mujeres Valientes y creadora de la Marca MV.

Hija de Rocío Arias la exrepresentante a la Cámara, una de las primeras en ser condenada por parapolítica. Arboleda Arias nunca ha participado de un proceso electoral. Aunque es reconocida como lideresa. Actualmente, se desconoce el partido político por el cual será candidata oficialmente.

Luis Fernando Sierra

Estudiante de Desarrollo Territorial de la Universidad de Antioquia. Autodenominado activista social y político independiente, en su campaña política se muestra como acérrimo crítico de las administraciones anteriores bajo un movimiento que él denomina Pacto por Caucasia. Tuvo enfrentamientos con la administración saliente (Unidos Caucasia), en cuanto propuso una iniciativa denominada Caucasia Humanitaria, que pretendía beneficiar 6000 hogares en situación de vulnerabilidad. Sin embargo, esta no fue implementada, por lo cual, la iniciativa es una de las actuales banderas de su movimiento político.

Fue promotor de la consulta anticorrupción en el municipio y coordinador de la Coalición Colombia en Caucasia. Está a la espera del aval del partido Alianza Verde y Polo Democrático Alternativo para postularse oficialmente como candidato a la alcaldía.

Fabio Montes Rojas

Abogado. Exconcejal de Caucasia para el período 2008-2011 y ex funcionario de Unidad de Restitución de Tierras y Corantioquia. Entre noviembre de 2018 y diciembre de 2019 fue secretario general y de gobierno de la administración de Óscar Aníbal Suárez. Podría ser avalado por el partido ADA.

Faber Mieles

Abogado de la Universidad de Antioquia, oriundo del municipio de Cáceres. Fue Personero en Cáceres en 2011. Si decide ser candidato contaría con el apoyo de Juan Carlos Rodríguez, alcalde de Cáceres, de quien es muy cercano.

Iván Hernández

Ingeniero, conocido en el municipio como contratista de Caucasia y por su patrocinio de eventos deportivos. Testimonios recogidos por Pares lo relacionan con la financiación de campañas, de hecho, para 2019 hizo parte de la campaña de Arabia. Está buscando el aval del partido MAIS. También, tendría el apoyo de Esteban Ocampo, empresario dedicado a la minería de oro.

Vía: El Espectador.