Las lluvias de los últimos días incrementó nuevamente el nivel de la cota del río Cauca a casi 5 metros y con tendencia a seguir aumentando y una vez más, los barrios del sector sur del municipio amanecieron completamente inundados.

En un recorrido por zonas como La Esperanza, El Roble, Poblado, La Playa, se recopilaron las siguientes impresiones:

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Es una dinámica constante en las temporadas de invierno que a nadie sorprende, pero si incomoda, y mucho. La alerta naranja en la que se ubicó el municipio en los últimos meses no permitió tener un mínimo de acciones de prevención, y tampoco se observan soluciones en el mediano y largo plazo, pese a que se trata de un problema estructural ligado necesariamente a los planes de ordenamiento del territorio y de planeación municipal.

Foto: Eliana Hernández
Foto: Eliana Hernández

Las labores de censo de afectados por la inundación, de acuerdo con el señor Omar Pulido, presidente de Comité Municipal de Gestión del Riesgo, se originaron hacia las 8: 30 am. Ejército y Policía Nacional también ofrecen acompañamiento a la comunidad y hacen reconocimiento de los daños, sin embargo, al igual que en eventos similares, como el estado de “emergencia manifiesta” del pasado mes de Julio en 2016, es recurrente escuchar que las ayudas no llegan o son insuficientes, o tal como lo afirmó Jenny Martínez del barrio La Esperanza: “solo nos dieron una bolsita con agua y ya”.

Aún el municipio está a la espera del cumplimiento de las promesas del señor Mauricio Parody, ex director del Departamento Administrativo del Sistema para la Prevención, Atención y Recuperación de Desastres de la Gobernación de Antioquia (DAPARD), en las que destacaba apoyo para limpieza de caños, jornadas de capacitación en torno a buenas prácticas ambientales, y por supuesto, labores de dragado y construcción del muro de contención o jarillón que podría detener de manera definitiva el desbordamiento del río Cauca.