Los preparativos para semana santa inician desde meses anteriores cuando se recolectan las semillas del árbol de orejeras. Este proceso demora un mes debido a que las frutas deben colocarse al sol para que sea más fácil la obtención de las semillas. El ñame se encarga con anterioridad desde las sabanas de Sucre y Córdoba. Y se escogen los mejores plátanos para los dulces de semana santa. Existe aún la tradición de los pilones que resuenan cascando el maíz para la chicha que se brinda en totumas.

Y es que si hablamos de tradición, la conservación de esta sigue a cargo de los más jóvenes. El viernes inmediatamente anterior a la semana mayor, las instituciones educativas realizan festivales del dulce, “con el propósito de continuar con la tradición y que esta no se pierda” dice Arlys Muñoz docente de la Institución Educativa El Naranjo en Majagual Sucre. En estas actividades se ve una gran variedad de preparaciones ya sea en conservas, colaciones y manjares que deleitan a todos. Dulces de Coco, ñame, yuca, mango biche, plátano maduro combinado con coco, incluso algunos tan raros como el dulce de guama que prepararon los estudiantes del grado 8A de la Institución Educativa Las Palmitas. En algunas instituciones los dulces se preparan con el objetivo de obtener recursos económicos para actividades posteriores; en otras se comparten entre todos, así todos comen de todos. Los padres de familia están a cargo de la dirección de estas elaboraciones para enseñar a las más jóvenes.

En la Semana Santa los dulces se inician a preparar desde el lunes para evitar cocinar en los días jueves y viernes santos. Para Milagro Padilla, ama de casa, quien vive de una vereda de Guaranda Sucre, lo mejor de la preparación de la chicha y los dulces es que se hace entre toda la familia y son las mujeres las que cuidan de estas recetas. En algunas poblaciones de las ciénagas de San Benito Abad, se preparan otras comidas diferentes a los dulces como las hicoteas, ponches, pisingos  y pescados ahumados.

Sin embargo, para los más ancianos las semanas santas de ahora son muy diferentes a las de su época cuando la abundancia era tanta que en cada casa desde enero se recolectaban hicoteas en corrales para matarlos en esta ocasión. De acuerdo con Juan Montalvo, anciano de 92 años, se ha perdido mucho el respeto en estas fechas porque ahora las personas están pensando más en las fiestas y las borracheras que en lo religioso o en la visita a los amigos.

Foto: Alberto Leyva
Foto: Alberto Leyva

 El Bajo Cauca

Ferney Herrera, Gestor Cultural de la Universidad de Antioquia le aclaró a MIRegión360 que “la tradición de los dulces se ha sido trasmitido unos saberes de generación en generación, y son unos hábitos que se repiten a través de unos patrones culturales, es donde se juega un papel importante el dialogo intergeneracionales; porque la familia se reúne a participar de la realización de este acto, además, porque Semana Santa es una semana de descanso, esto se vuelve un patrimonio inmaterial especialmente en el tema culinario”. El Joven Herrera añadió que se debe tener en cuenta que el Bajo Cauca es una cultura Hibrida, donde se encuentra familias de Córdoba, Súcre, Bolívar y de otras partes más, pero estás influyen lo de la tradición de hacer dulce.

Oscár Martínez, Periodista de Caucasia aseguro que “no solo es hacer dulces, también algunas son algunas típicas, El Mote de Queso o comidas que tengan ingredientes principales como el pescado, además, se vuelve interesante hacer está tradición debido a que se realiza una tertulia entre familia y amigos.  

En la región del Bajo Cauca, se puede apreciar algunos dulces que hacen como: el de mamoncillo, mongo mongo, almendras, arroz, ñame, plátano maduro, entre otros. Al igual comidas típicas + se presentas muchas, no solo con pescados, sino como el guiso de Hicotea con arroz de coco o carne el ñeque o chigüiro.

Escrito por :

Alberto Leyva Comunicador social y periodista de la Universiad de Antioquia