Los graves efectos de la contingencia originada en el 2018 en el proyecto Hidroituango, y los impactos para la atención de la emergencia y recuperación de la iniciativa, cuya fecha de entrada en operación recientemente se volvió a mover, siguen sumando en los costos totales de la infraestructura para la generación de energía eléctrica.

En efecto, este martes en la noche la junta directiva de Empresas Públicas de Medellín (EPM) aprobó la actualización del presupuesto del proyecto, con un incremento del 5,88 por ciento quedando en 16,2 billones de pesos, como parte del trámite de aprobación de vigencias futuras.

La cifra no solo es superior en casi un billón de pesos a los 15,3 billones de pesos que calculaba hace un año el anterior presidente de la compañía, Jorge Londoño, sino que implicará un impacto total ahora de 4,6 billones de pesos con respecto a los 11,6 billones de pesos del presupuesto de línea base, mientras que en 2012 la obra se calculó en unos 9,8 billones de pesos (algo más de 5.500 millones de dólares).

Según reveló EPM, entre las razones para esta nueva variación en el presupuesto del proyecto se encuentra el aumento en los costos de los tratamientos de casa de máquinas y conducciones, las inyecciones para contener infiltraciones de taludes y consolidación del macizo de la zona sur (unidades 5 a 8 – segunda etapa), los tratamientos en la vía sustitutiva margen izquierda, filtros y drenajes de la presa e instrumentación, revestimiento de galerías, y construcción y blindaje de los túneles para habilitar la descarga intermedia.

Igualmente, otro factor para el aumento del costo es la construcción de los pozos verticales de las unidades de generación 5 a 8, que corresponden a la zona sur o segunda etapa del proyecto, pero también influyó la actualización del escenario macroeconómico, considerando el impacto por aumento en el precio del dólar.

“La actualización del presupuesto no tiene exigencia adicional significativa de recursos en los años 2020 y 2021”, indicó la compañía.

Recursos a la fecha

EPM indicó que al corte del 30 de junio el valor invertido en el proyecto asciende a 11,8 billones de pesos y recalcó que se siguen adelantando las gestiones conducentes a obtener el pago de indemnización por parte de las compañías aseguradoras, con el cual se espera cubrir una parte importante de los costos de la recuperación de las obras afectadas del proyecto.

Por este concepto, a la fecha, se han recibido 150 millones de dólares y el último cronograma prevé que las unidades 1 a 4 de generación de energía (primera etapa) entren a operar en el 2022, cumpliendo con las obligaciones asignadas por la Comisión de Regulación de Energía y Gas (CREG), en las subastas de cargo por confiabilidad en las que ha participado el proyecto, pero sobrepasando el nuevo tiempo estimado inicial, de diciembre de 2021.

Se tiene previsto la entrada de las unidades 5 a 8 (segunda etapa) se dará a partir del año 2024.

“En la medida en que se vayan analizando nuevos impactos o cambios en la situación actual, tanto por la pandemia del coronavirus como por otras circunstancias que se puedan registrar, se procederá a incorporarlos al cronograma y establecer nuevos escenarios posibles de entrada en operación”, reconoció la compañía.

Vía: El Tiempo.