Gracias a la Estrategia de Recuperación Emocional, 1.624 víctimas del bajo Cauca antioqueño se beneficiaron del proyecto de cofinanciación entre la Unidad para las Víctimas y los municipios de Cáceres, Nechí, Zaragoza y Tarazá.

 Con el objetivo superar las experiencias de sufrimiento y temores, la autorregulación emocional y la reconstrucción de los proyectos de vida de la población afectada por los hechos victimizantes, la Unidad para las Víctimas avanza en la implementación de acciones que aporten a la reconstrucción del tejido social y al mejoramiento de la salud mental y física de la población afectada por el conflicto armado interno en los territorios.

 Así lo manifiesta Alba Galindo residente del municipio de Tarazá, una de las 1.624 víctimas que participó en la ejecución durante los últimos 10 meses de este proyecto. “Aprendí muchas cosas buenas, me ayudó demasiado a mejorar en lo emocional. Veía a mi hija la que amarraron y lloraba demasiado, pero luego de participar en los grupos y talleres me siento libre, sana y ya veo a mi hija y lo que me da es mucha alegría, todas mis heridas han sanado y ya perdoné a las personas que me hicieron sufrir”, señaló.

Para Jorge Mario Alzate, director territorial de la Unidad para las Víctimas en Antioquia, adicionalmente el fortalecimiento de su recuperación emocional individual y colectiva de las victimas beneficiadas, el proyecto contiene otro componente con el que apunta a fortalecer las mesas de víctimas en cada municipio: “son la representación de las víctimas y tienen incidencia en la política pública (de reparación) y vienen de trabajar para su inclusión en los planes de desarrollo municipales y que se incorporen los presupuestos necesarios para su atención”. También contiene la dotación de equipos para las alcaldías municipales con las que esta medida de rehabilitación hace parte de la reparación integral a las víctimas del conflicto”, indicó.

Para Albeiro de Jesús Menoyos, alcalde de Zaragoza, el proyecto de recuperación emocional “es muy importante porque es un alivio al trabajar el tema psicosocial para que las víctimas se reconozcan y puedan reconocer a los demás, ya que ha habido mucho rencor y desde el interior de las personas queremos que haya paz en los territorios”.

Con una inversión cercana a los $442 millones, se cumplieron los objetivos y se superaron las expectativas, no sólo de parte de los alcaldes que se unieron para beneficiar a su población sino de los beneficiados superando la meta inicial en 104 víctimas más atendidas bajo la ejecución del mismo, generando un aprovechamiento de los recursos de los cuales la Unidad para las Víctimas aportó $376  millones y los municipios el resto en bienes, logística y servicios.

Estrategia para reconstruir proyectos de vida

Desde que inició en el año 2012, la Estrategia de Recuperación Emocional ha beneficiado al menos a 93.651 personas en todo el país. De estas, 7.100 víctimas fueron atendidas en 56 municipios antioqueños y es implementada por los equipos psicosocial y de medidas de satisfacción de la Unidad para las Víctimas.

En Antioquia se implementa en las zonas urbanas y se focalizó en regiones azotadas por el conflicto como el oriente, Urabá, Magdalena Medio y bajo Cauca antioqueño. También ha beneficiado a comunidades afrodescendientes e indígenas.

Tras la primera convocatoria del 2016, la Unidad para las Víctimas aprobó la cofinanciación de cuatro proyectos con gobernaciones y alcaldías para beneficiar a los afectados por el conflicto armado residentes en municipios de Atlántico, Antioquia, Cauca y Santander.