Un grupo de madres comunitarias del municipio de Magangué, sur de Bolívar, dijeron estar inconformes con el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), porque no les ha cumplido con la entrega de sus insumos.
La denuncia la hizo Luis Pabuena Gutiérrez, un líder social, quien dice estar apoyando a las madres comunitarias.
Según Pabuena Gutiérrez, hace varios meses les anunciaron a las madres comunitarias que les llegarían unos recursos como ayudas por los estragos del pasado invierno, elementos que, en efecto, llegaron a Magangué.
“El problema —explicó Pabuena— es que a la mitad de las madres comunitarias las excluyeron, mientras que a las que sí les llegaron recursos solo recibieron $1.290.000, pero resulta que el coordinador del ICBF para Magangué, Wilfrido Castilla, dijo que no entregará recursos sino un catálogo donde ellas pueden seleccionar lo que necesiten de allí, pero tienen unos límites, porque supuestamente el resto de recursos se devolverá pronto”.
Comentó que, en una pasada reunión, el coordinador informó que “las madres comunitarias que salieron beneficiadas hacen parte de la información que entregó la Alcaldía de Magangué. Pero después hablamos con el alcalde, Carlos Cabrales Isaac, quien desmintió al coordinador”.
Aseguró que el coordinador amenazó a las madres comunitarias con devolver los recursos en caso de que siguieran reclamando, puesto que, según él, ninguna de ellas es damnificada.
“Además, las madres comunitarias solo pueden adquirir los elementos que necesitan, pero no en su totalidad sino en lo mínimo. Hemos preguntado por qué esos elementos no se compran en Magangué y nos responden que aquí no hay almacenes dotados con esos productos, lo cual es mentira. Lo que pasa es que esas compras quieren manejarlas a su antojo, no sabemos con qué fin”, sostuvo el líder social.
Agregó que “las madres comunitarias no pueden hacer una denuncia, porque al día siguiente le envían un grupo de funcionarios para que les revisen los elementos que tiene en su casa para ver cuáles están en mal estado. Pero todo es como advirtiéndoles que se queden quietas si no quieren ser excluidas”.
Vía: El Universal.
