En 2016 los mineros informales, subordinados a la Gran Colombia Gold por subcontratos de operación, produjeron el 83% del oro del que la multinacional obtiene sus ganancias[1].

La movilización de mineros y pobladores de los municipios de Segovia y Remedios en estos 20 días, expresa las demandas de un conflicto que no es nuevo. Los productores y trabajadores de estos municipios vienen pidiendo justicia, equidad y reparación desde mediados de 2010, cuando la Frontino Gold Mines, que ya era un activo de los mineros, los trabajadores y el pueblo en general, fue entregada de manera insólita a una empresa recién creada, la Gran Colombia Gold.

Efectivamente, después de un proceso enrarecido[2] que va de 2004 a 2010, la empresa queda en manos de la multinacional canadiense Gran Colombia Gold[3]. En septiembre de 2010 informaba del inicio de sus operaciones. Simultáneamente despedía a cientos de mineros de la compañía. Para ese momento, según Dairo Rúa, presidente de Sintramienergética, despidieron a 670 trabajadores vinculados y a 800 temporales[4], para iniciar nuevas contrataciones en condiciones precarias.

Hace siete años, el 1 de agosto de 2010, el pueblo de Segovia salía a las calles en una marcha convocada “Por la vida y el trabajo”. Así lo reporta Sintramienergetica: “se realizó una multitudinaria marcha en defensa de la vida, los derechos constitucionales, laborales, los recursos naturales y contra la venta de los activos de la extinta Frontino Gold Mines como propiedad de los trabajadores y pensionados, y patrimonio económico de la región”.

Artículo de opinión en Agencia de Prensa IPC: http://wp.me/p6ZuQq-2ja

[1] Gran Colombia Gold. (31 de marzo de 2017). Q4 and Full Year 2016 Results. Recuperado de: http://s21.q4cdn.com/834539576/files/doc_presentations/GCM-Q4-2016-Final.pdf

[2] Para detalles históricos del proceso irregular ver: López, Darío Alonso (2015 y 2014). Precioso Robo. Violencia, corrupción, incultura y desasosiego en Segovia y Remedios, Antioquia.

[3]  “Siguiendo el consejo del expresidente Álvaro Uribe, Iacono y De la Campa, consideraron en 2010 la creación de otra empresa minera que les permitiría acceder a la compra y titulación de una explotación minera en Segovia, Antioquia. Así, en busca de aliados e inversionistas, logran la adquisición y la fusión con Tapestry Resources Corp., otra empresa canadiense registrada en Vancouver. Para el momento del anuncio de compra, en junio de 2010, Gran Colombia Gold (GCG) ya había sido constituida como empresa de exploración y explotación de proyectos mineros domiciliada en Panamá, pero con sede principal en Bogotá. Su constitución había tenido lugar el 5 de enero del mismo año y registraba dentro de sus propiedades en Antioquia a Frontino Gold Mines, ubicadas en Segovia y cuya compra había sido un logro compartido entre ésta y Medoro Resources. También El Zancudo, un histórico proyecto minero ubicado en Titiribí; Concepción entre El Peñol y Barbosa, Carla y Mazamorras en Nariño. Este repentino interés por invertir en Colombia se debió al hallazgo de al menos 10 millones de onzas de oro en Marmato y a la reactivación de las minas que antes habían pertenecido a Frontino y que para 2011 ya registraban una producción anual de 90.000 onzas”.

En Trujillo, Luisa Fernanda. (2012). Gran minería: biografía documentada de un depredador veloz. Recuperado de: http://www.congresovisible.org/agora/post/gran-mineria-biografia-documentada-de-un-depredador-veloz/3729/

[4] Sánchez A., O. (01 de septiembre de 2010). Mineros de extinta Frontino, a paro por despidos masivos. El Tiempo. Recuperado de: http://www.eltiempo.com/archivo/documento/MAM-4122155