El hurto de bicicletas se ha vuelto muy común a nivel mundial. Los que se ven más afectados por esta situación son los ciclomontañistas que diario salen a recorrer las calles de su ciudad en compañía de varios amigos para realizar la jornada de cardiovascular. Los dueños de lo ajeno son especialistas para lograr su cometido y saben el momento preciso para robarles la cicla a su dueño.

Alan Quintana, un joven paraguayo no fue ajeno a este tipo de circunstancia, en un descuido dejó el portón de su casa abierto mientras salió a caminar y cuando volvió no encontró su bicicleta, alguien se había apropiado de ella

Al presenciar este hecho el joven se entristeció, debido que la bicicleta era su medio de transporte para ir a laborar y la había personalizado a su gusto comprándole distintas piezas para movilizarse con más comodidad en ella.

El desánimo le duró poco tiempo a Quintana, ya que un amigo suyo le comentó que la bicicleta la había visto publicada por las redes sociales y la estaban vendiendo. Ante esta noticia el joven no dudó de contactar al ladrón para proponerle que se la compraría.

“Nos reunimos en un lugar y le propuse al ladrón que me dejara probar la bicicleta, movilizándome en ella por unas cuantas cuadras, este aceptó, me subí, me paseé y me fui”, argumentó el joven

Fue toda una aventura la por la que pasó Alan Quintana en la hazaña por recuperar su bicicleta sin manifestarle nada a su familia, pues ellos siempre le reiteraban que no dejara el protón de la casa abierto. También les comentó a los distintos medios de comunicación que no sintió miedo al encontrarse con el ladrón, ya que estaba seguro de lo que haría.

El paraguayo se volvió viral en las redes por su astucia y cuenta con más de 1mil comentarios y 9mil reacciones en Facebook.