Así lo informó a través de su portal rcnradio.com, quien informa que todavía no se han firmado los contratos con las corporaciones religiosas que prestan el servicio.

Los padres de familia y los niños de las zonas rurales de 22 municipios antioqueños continúan a la espera de que se inicien las clases.

Ha pasado más de un mes desde que comenzó el calendario escolar en el país y la falta de contratación con las corporaciones religiosas encargadas de prestar el servicio, ha impedido que lleguen los docentes a los colegios más apartados.

La Mesa Nacional de Educación Rural llamó la atención sobre los riesgos que implican tener a más de 14.000 niños desescolarizados.

El padre Henry Giraldo, presidente de la Corporación Arquidiocesana para la Educación, sostuvo que la incertidumbre aumenta los índices de deserción escolar e incentiva el reclutamiento por parte de los grupos al margen de la ley, sobre todo en los municipios ubicados en el Bajo Cauca antioqueño.

El padre Giraldo explicó que “es muy complejo trabajar en estos territorios donde dominan los grupos armados al margen de la ley. Si hay riesgos de reclutamiento cuando los niños están recibiendo clases, el peligro aumenta cuando tenemos a un montón de niños sentados sin nada que hacer”.

Por su parte el secretario de Educación, Néstor Bonnet, reconoció que hay un retraso significativo en la contratación. Dijo que “lo ideal sería que en estas zonas las clases comenzaran a la par con los colegios oficiales, pero no se ha podido porque este tipo de contratos buscan atender a la población que no puede abarcar la educación oficial.

Estamos haciendo un trabajo muy fuerte para que cada vez sea más ágil la contratación”. Según manifestó el funcionario, se espera que en los próximos días se puedan terminar los trámites jurídicos que permitan que el inicio de las clases sea lo más pronto posible.

El padre Henry Giraldo manifestó que aún si los contratos se firma en los próximos días, ya están 5 semanas atrasados y como deben garantizar el cumplimiento de las 40 semanas ordenadas por el Ministerio de Educación, se ven obligados a buscar estrategias que no siempre se traducen en calidad de los contenidos. “Sobre todo cuando hay docentes que deben dictar clases a niños entre 3 y 11 años en un mismo salón”, concluyó.

Vía: RCN Radio