Un total de 2.094 personas fueron víctimas de desaparición forzada en los municipios antioqueños de Briceño, Cáceres, Ituango, Nechí, Peque, Sabanalarga, Tarazá, Toledo y Valdivia, según estableció recientemente la Sección de Ausencia de Reconocimiento de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP).

Este hallazgo se dio en el marco del trámite de medidas cautelares de protección de lugares de inhumación de víctimas de desaparición forzada en los municipios del área de influencia de Hidroituango, con las cuales la jurisdicción busca establecer la verdad plena sobre lo ocurrido en esta zona del país. 

Las desapariciones forzadas habrían sido ejecutadas principalmente por grupos paramilitares, Bloque Mineros y Bloque Metro, los frentes 18, 36 y 5 de las Farc, y por unidades de la fuerza pública.


Los datos recogidos permiten constatar que este grave crimen tuvo un incremento inusitado a partir del primer semestre de 1996, con la irrupción de estructuras paramilitares en Antioquia, en especial en los municipios de Cáceres y Tarazá (que concentran cerca del 50 % de las víctimas).

Sin embargo, el punto de mayor incidencia se dio durante los años 2001 y 2002, periodo en el que fueron desaparecidos 358 ciudadanos. Solo a partir de 2010 el número de desapariciones se reduce de manera consistente, informó la JEP.

Las víctimas presentan heridas con arma de fuego como posible causa de muerte, disparos en el cráneo

 “En esta región este gravísimo crimen fue masivo, generalizado y persistente, al mismo tiempo que, sin duda, lesionó en grado sumo a las comunidades”, concluyó la jurisdicción al respecto en su auto AT-195-20.

A la fecha, la JEP ha encontrado ocho cuerpos con signos de muerte violenta de personas no identificadas, posibles víctimas de desaparición forzada, provenientes del Cementerio de Orobajo, en Sabanalarga, zona inundada por la represa, que se encontraban en el Laboratorio de Osteología de la Universidad de Antioquia.

En la última inspección forense fueron hallados cinco  nuevos cuerpos, que se suman a los tres encontrados durante el primer semestre de 2020. La JEP investiga posibles irregularidades en su traslado y manejo.

Las víctimas presentan heridas con arma de fuego como posible causa de muerte, disparos en el cráneo compatibles con ejecución sumaria y en estado de indefensión.

Estos ocho cuerpos se suman a los 176 exhumados a lo largo de los últimos años por la Fiscalía General de la Nación en los municipios del área de influencia del proyecto de Hidroituango.

La base de datos construida por la JEP es resultado de un ejercicio de consolidación de información de seis fuentes: Centro Nacional de Memoria Histórica; Fiscalía General de la Nación; la Unidad de Atención a Víctimas (Uariv); y la Comisión de Búsqueda de Personas Desaparecidas (CBPD).


De acuerdo con la JEP, ya se avanza en la práctica de pruebas para contrastar la información allegada en relación con la existencia de lugares de inhumación en el área de influencia del proyecto de Hidroituango, entre las que se encuentra una inspección aérea y fluvial a las zonas inmediatas afectadas por el proyecto.

Vía EL Tiempo