Rafel José Ordosgoitia (Q.e.p.d)

A sus 91 años, falleció en la madrugada de este viernes 17 de julio de 2020, Rafael José Ordosgoitia, uno de los tres chinuanos protagonistas de la inmortal canción ‘El Parrandón’ o ‘Porrocumbé’ interpretada por el fallecido artista, Rafael Orozco Maestre. 

Ordosgoitia, era el único que vivía de los tres personajes que en los años 80 fueron grandes amigos de Orozco Maestre: Julio Mizger, ‘Currimbe’ y Rafael José, este último sufrió afecciones respiratorias en las últimas horas y no sobrevivió en una clínica de Sincelejo.

Y como si se tratara un homenaje, por esas cosas de la vida, o el destino, hoy Colombia en las noches se pega a la televisión a disfrutar los siempre recordados temas del fallecido Rafael Orozco, uno de ellos “El Parrandón”, el cual, según Fernando López, directivo de Codiscos, es uno de los temas más solicitados del Binomio de Oro; gran momento para recordar a quienes, como Rafael José, en antaño siempre hacían parte de las parrandas de los grandes del vallenato. 

Rafael José, a diferencia de sus compadres, Mizger y el popular ‘Currimbe’, no podrá ser llevado a la tumba como lo merece por la pandemia, con esas interminables filas de chinuanos y personalidades de la región como lo hicieran con los antes mencionados, y no porque solo fueran inspiración de la tan exitosa canción, también por ser de esos personajes que todo el pueblo conocía, por buena gente, que lo llevó a ser uno de los hombres más respetados del pueblo. 

Un hombre humilde, del campo, de abarcas tres puntá y amante de los cuentos, esos en los que en cualquier esquina se ponía a narrar con una sonrisa deslumbrante y alegre que contagiaba de humildad a quien lo escuchaban, pues siempre tenía un mensaje motivador y solidario.

“Se fue el compae’ Rafael José. Tan buena gente que era”, dicen hoy en el pueblo donde tantos artistas que, desde Alejo Durán, pasando por todos los grandes de la música vallenata, llegaban preguntando por Ordosgoitia, quien sin pensarlo dos veces los acogía para atenderlos como solo un gran anfitrión lo podría hacer.

Hoy fuera de esos días en los que la carrera séptima del pueblo, la más importante de Chinú, en el barrio Chambacú, no cabría la gente vestida de blanco y negro, multitud que facilmente hubiese podido llegar al cementerio y aún el ataúd en la casa, y no era para menos, se trataba de aquel viejo amigo de todos, orgulloso de su pueblo y ejemplo de tantos, que aún con la buena vida que hubiese podido tener, no abandonó la humildad y el saludo que muchas veces daba a la gente desde su viejo carro aún cuando la vista ya le fallara. Pero él era así. 

Termina así el último testimonio del nacimiento de ‘El Parrandón’ del Binomio de Oro, pues a Rafa siempre le preguntaban por ese tema, a lo que él solo respondía “fueron grandes épocas, buenos años en los que la palabra y el amigo tenía tanto valor. Donde una parranda era para el diálogo y las anécdotas, por eso la mención de los tres chinuanos en ese tema, por la amistad”.

Sí. Buenos amigos eran esos tres hombres trabajadores que dejaron una generación de hijos, nietos  bisnietos y amigos que orgullosos cantarán a todo pulmón, quizá con nostalgia y alegría, el inolvidable tema que ya disfrutan en el cielo todos sus protagonistas, pues solo allá se puede parrandear hoy como ellos lo sabían hacer, porque acá y en medio de soledad solo queda decir adios a otro grande de Chinú, a Rafael José, que se fue con la bendición de su Virgen del Carmen, que ayer pasó por su casa como anunciándole que era el momento de ir a una parranda especial que sus amigos en el cielo le tenían preparada. 

Vía: El Meridiano