El 2018 fue un año en el que la guerrilla del Eln sufrió fuertes golpes en el mando y control del Frente de Guerra Darío de Jesús Ramírez Castro que delinque en Antioquia y sur de Bolívar. Las acciones militares durante ese año dieron muerte aJosé Evaristo Gelvez, alias ‘El Cachaco’, segundo cabecilla de esa estructura; Jacobo David Acuña, conocido como “Samuelito”, miembro de la Dirección Nacional del Eln y a Rumaldo Antonio Barrientos, “El Gurre”, quien era el encargado de toda la subregión del Bajo Cauca.

Precisamente en esa zona de Antioquia el Eln tiene al menos dos frentes y dos compañías que delinquen en municipios como Caucasia, Cáceres, Valdivia (Puerto Valdivia), Tarazá, Zaragoza y el Bagre. Todas, según el Ejército, con muy pocos integrantes tras los golpes por operaciones militares y desmovilizaciones.

Para el general Alberto Sepúlveda Riaño, quien recién entregó el mando de la Séptima División del Ejército, los golpes al Eln son una de las razones por las que, como asegura, entre “los Caparrapos” y esa guerrilla decidieron tener más que un simple pacto.

El acuerdo

Según el oficial la banda de “los Caparrapos”, al ver que podía ser inferior al Clan del Golfo, le hace la propuesta al Eln y esa guerrilla “los recluta en sus filas. Son más de 150 delincuentes y por eso hay preocupación. El Eln pasó de tener 32 terroristas a casi 200 en esa zona de Antioquia”.

Agrega que esa alianza también incluye a las disidencias de las Farc que están en el norte de Antioquia y sur de Córdoba. Su principal objetivo, además de las rentas ilegales, es combatir a la gente de alias Otoniel.

No obstante, ese tipo de alianzas no son naturales en esta guerrilla, Carlos Arturo Velandia, exmiembro de esa organización y asesor de paz explicó que “una alianza con Caparrapos no encaja en las normas ni en las costumbres del ELN. En caso de que fuese cierta, las estructuras comprometidas estarían violando normas internas, y enviarían un mensaje nefasto a las comunidades”.

¿Brazalete o simple alianza?

Aunque la denuncia es sobre un cambio de brazalete, EL COLOMBIANO consultó con habitantes del Bajo Cauca y otras autoridades para conocer si “los Caparrapos” ya hacen parte de uno de los frentes o compañías del Eln.

Desde el corregimiento de Barro Blanco en Tarazá, uno de los líderes sociales le afirmó a este diario que no han observado ni siquiera una alianza entre ambos grupos, por el contrario, dijo que “el Eln no tiene buena relación con ‘los Caparrapos’ porque le disgusta que esa gente le cobre extorsión a los campesinos de la zona”.

Para el comandante del Ejército, general Nicasio Martínez, estos son temas que deben ser analizados con Inteligencia Militar, afirma que “es normal que se den alianzas para asegurar las rentas criminales que hay en el Bajo Cauca. Sin embargo, cuando más adelante tengamos las pruebas, se pondrán a disposición de las autoridades correspondientes”.

Por su parte, el general Juan Carlos Ramírez, actual comandante de la Séptima División y Claudia Carrasquilla, directora nacional contra el crimen organizado de la Fiscalía, coinciden en que sí hay alianzas entre estos grupos armados ilegales para buscarle competencia al Clan del Golfo y poder tener el control del narcotráfico, pero, hasta el momento, creen que no se trataría de un cambio de brazalete por parte de “los Caparrapos” al Eln.

Cierta o no esta información, para el general Sepúlveda podría significar el fin del Eln en Bajo Cauca. “Reclutar menores y otros integrantes de diferentes grupos al final se convierte en una trampa que se hace el Eln, porque con todos los jóvenes que han reclutado, con las personas que reciben sin ningún antecedente, nuestra inteligencia da mejores reultados”.

“Aquiles”, la respuesta

Desde hoy la Fuerza de Tarea Conjunta Aquiles, que tendrá como misión atacar los grupos armados ilegales en el Bajo Cauca y restaurar el orden público en esa región de Antioquia, tendrá al general del Ejército Alberto Rodríguez como su comandante.

Para el Gobierno y las Fuerzas Militares no importan las alianzas y los motivos que estas tengan. El ministro de Defensa, Guillermo Botero, afirmó, cuando anunció la creación de la fuerza de tarea, que la misión es la prevención de los homicidios y desmantelar las organizaciones criminales que manejan las rentas ilegales, que dejan la extracción ilícita de yacimientos mineros y los “narcocultivos”.

“Se hará todo sistema de divulgación para buscar a los criminales más buscados del Bajo Cauca, se ofrecerán recompensas y creo que esta es una estrategia que nos ayudará muchísimo”, dijo el jefe de la cartera.

Los cerca de 4.500 militares del Ejército, Armada y Fuerza Aérea que integrarán la Fuerza de Tarea Conjunta Aquiles tendrán varios objetivos de alto valor:

Claudio Alonso Maturana Hurtado, conocido con el alias de Cristian, quien para el gobierno es cabecilla del Clan del Golfo, aunque informes de Inteligencia Militar afirman que desertó y se unió a “los Caparrapos”.

Por los lados del Eln, tras la muerte de alias Gurre, esa organización subversiva dejó a cargo de la región del Bajo Cauca a “Nelson Calvo”; en el sur de Córdoba, donde también tendrá jurisdicción la Aquiles, alias Ramiro de las disidencias de las Farc es otro de los objetivos.

Mientras que de “los Caparrapos”, las autoridades pondrán sus miras en un hombre conocido como “Caín”, supuesto cabecilla principal de esa banda criminal.

Sobre el papel que jugará esta nueva unidad militar, el gobernador de Antioquia, Luis Pérez Gutiérrez, afirmó que tiene mucha confianza con esta apuesta del Gobierno “de convertir el problema del Bajo Cauca en un problema de Colombia y que se le entregue esta región a un general”.

“Esto nos da la posibilidad de luchar con más inteligencia y precisión contra el Eln, ‘los Caparrapos’, disidencias de las Farc y el Clan del Golfo. Yo espero que en muy pocos días tengamos buenos resultados en esta zona que ha sufrido mucho”, sostuvo el mandatario regional.

 Vía el Colombiano