Los habitantes del bajo Cauca no solo son víctimas de los homicidios y el desplazamiento forzado, también conviven con un delito que para los líderes sociales ha sido silencioso, pero letal: la desaparición forzada a manos de bandas criminales que actúan en la zona.

Según defensores de Derechos Humanos como Yesid Zapata, del Nodo Antioquia Colombia Europa, es un problema que no está recibiendo la atención efectiva de los organismos del Estado, pese a las alertas que, según advierten, han emitido en los últimos meses.

Según esta ONG, durante el 2016 no se reportó ningún caso de desaparición forzada, en el año 2017 fueron diez; mientras que en el 2018 el reporte ya es de 33 desaparecidos en el bajo Cauca.

“Nos preocupa mucho que gran parte de estos desaparecidos y algunos otros que no hemos podido identificar, podrían estar siendo arrojados al río Cauca, para tratar de desparecer completamente el rastro”, explicó el señor Zapata.

El líder social destacó negativamente al municipio de Tarazá, donde también se incrementaron las denuncias, dice que, durante el año 2017 se reportaron seis casosde desaparición forzada, mientras que en lo corrido del 2018 el registro es de diez. Lo que más le llama la atención al defensor de Derechos Humanos, es que ninguno de ellos es líder social.

“Estas desapariciones obedecen a todos estos términos de selectividad, porque son ciudadanos que no obedecen las órdenes o son quienes estructuras ilegales declaran objetivo militar, por ese control social-político y territorial que ejercen”, explicó.

Finalmente dijo que los denominados Caparrapos y las Autodefensas Gaitanistas, también conocidas como Clan del Golfo, serían los principales responsables de este flagelo que golpea silenciosamente a las comunidades del Bajo Cauca.

Vía Caracol Radio.