Hay muchos motivos para que el Abuelito Juber Gildardo Vanegas Zapata, natural de Puerto Valdivia, afine su garganta y entone esas canciones populares que seguramente le evocarán nostalgias y alegrías en su época de camionero. Hace apenas 10 meses hace parte de esa comunidad y está feliz por que esta es su única familia, la otra ya está en el cielo… lo dice con lagrimas en los ojos…

Como Don Juber, Elizabeth Ateorthúa Arroyabe, una anciana de Caucasia, que vivía sola en una vieja casa y que trabajó hasta donde las fuerzas le fueron esquivas, y entonces la caridad popular hizo el milagro, posteriormente Doña “Naza” como cariñosamente dice la llevó allí, donde tienes muchos amigos y está muy amañada.

Con ellos hay 50 abuelitos que reciben los beneficios de “Mi dulce Hogar” el ancianato de Caucasia, y dos más, que pertenecen a la modalidad centro día: entran a las 7:00 am hasta las 5:00pm y van a dormir a sus casas porque no hay habitaciones disponibles.

El ancianato es direccionado por la Fundación Mi Dulce Hogar, que tiene una junta y una Directora, la Señora Nazareth Serna, ella recuerda que 18 años atrás había apenas 4 abuelitos, una pieza grande y mucho monte, cocinaban en latas de sardinas en un fogón artesanal y con piso de tierra, de ellos sobrevive Tobías, tenían una lorita que llamaban “María la Bandida”. El terreno había sido donado por el Señor Padre de Raúl Palacio a la Iglesia la Inmaculada, el SENA y el Club de Leones habían construido lo que existía. Doña Nazareth Serna, fue voluntaria mas de 15 años y desde el 1 de marzo de hace tres años es la Directora y encargada de todas las actividades.

¿A la pregunta cómo se ha conseguido todo esto? Doña Nazareth, responde: “tocando puertas, porque soy una verraquita para pedir, La administración pasada del Alcalde José Arabia, me colaboró mucho y ahora Óscar Suárez, me ha ayudado mucho más; tenemos habitaciones confortables, se cambiaron las camas, los colchones, se organizaron los baños y se encerró todo el lugar para evitar que ellos se salgan y se expongan al peligro de la calle; tenemos la Casa verde, que es donde organizamos los alimentos para traerlos a los congeladores, estamos construyendo la Capilla, el segundo piso lo iniciamos y esta parado por falta de recursos, aprovecho para pedir la colaboración de ciudadanos de bien u organizaciones para nos ayuden en esta noble causa por nuestros abuelos”

Escuchar a la Señora Serna, hablar de la forma como llegan los abuelos a “Mi Dulce Hogar” es tocar las fibras mas sensibles con historias que estremecen el corazón y el alma, muchos duermen en el piso en su propia casa, otros duermen en corredores, otros son abandonados, y otros los dejan recluidos a su suerte en el hospital Regional, más que todo de otros municipios vecinos ;  entonces aparece otro drama muchas veces no hay cupo;  otros no quieren ir al asilo, se ofuscan les da rabia; de ahí la necesidad de terminar el segundo piso. El valor calculado para terminar este es de $180.000.000 millones de pesos porque falta casi todo: las divisiones, los acabados, los baños y la dotación.

La Directora se ha hecho rodear de un equipo de trabajo muy dinámico; Deisy Cañas, es una auxiliar de enfermería, que se desempeña muy bien su labor, lleva tres años en la institución, se encarga de suministrarles la medicina, bañarlos, de tenderles las camas, tomarles la presión, el peso y la temperatura cada ocho  días, la glucosa cada tres meses, llevarlos al hospital cuando se enferman; la otra enfermera que cubre los turnos el domingo, se encarga de acompañarlos en caso de Hospitalización. También se tiene una auxiliar de alimento que se encarga de preparar el menú y Deisy Flórez, que hace el aseo general del lugar incluyendo la vestimenta de los abuelos.

A los abuelos hay que darles un bienestar integral y es importante para la salud física y mental también la parte recreativa, tenerlos ocupados en su tiempo libre con actividades, y el apoyo de la Alcaldía ha sido fundamental: del programa de la Tercera Edad, cada ocho días mandan dos instructores para las actividades físicas; la enfermera todos los días hace una pequeña caminata con ellos, incluso los que usan caminador; todos los días un recreacionista de la Casa de la Cultura les lee cuentos y los pone hacer manualidades, se enfoca mas en la lectura para activarles el cerebro, también hacen pintura y escritura; los domingos reciben la visita del Grupo de Oración de la Iglesia de El Triángulo y ese mismo día durante toda la mañana llega un grupo de voluntarios de la Universidad de Antioquia para motilarlos, hacerles manicure y pedicure, les preparan el desayuno y pasan toda la mañana con ellos.

Mi Dulce Hogar, continúa guardando lo más lindo de nuestra sociedad, la riqueza de saberes  y la experiencia que cada abuelo guarda como un tesoro único; tras de esos ojos vivaces, las canas y las grietas delatadoras propiciadas por los años en la piel, hay realizaciones, sueños convertidos en nostalgias, historias de alegrías, desengaños, triunfos, conquistas y hasta muchas amarguras que aun desvelan sus almas buscando respuestas que nunca encontraran; pero lo mas importante es rodearlos de comprensión y apoyo, y hacerles sentir que hacen parte de una sociedad que los incluye y se preocupa por ellos.

Muchas familias visitan el centro para dejar allí a sus abuelos, resulta extraño cuando ellos están desvalidos, sin fuerzas y habidos de amor, cuando entregaron toda su vida por esa generación que hoy los abandona, cuando sienten en su interior que los discriminan por el solo hecho de haber llegado a la tercera edad… a la edad Dorada. Si Usted puede colabore con la Fundación mi Dulce Hogar, cualesquier sea su apoyo es importante.