Sus gambetas en las polvorientas calles de su barrio, lo llevaron a las canchas de su natal Caucasia, hoy después de todo un proceso de formación que aún no termina, recoge los frutos llegando con mucha expectativa a las filas del Independiente Medellín: Su nombre es José Daniel Luna Delgado, un volante de segunda línea, con buen biotipo y ansias inmensas de triunfar.

Nació en Caucasia, el 2 de Julio de 2002. Sus padres son: Yerlis Piedad Delgado y Gabriel Luna, tiene una hermana, Gabriela, y vive con su Madre y la Abuela Materna, personas a las que adora. Se inició en el fútbol en la Escuela Forjadores a los 10 años y luego pasó al club embajadores a los 14 años.

Con franca emoción nos cuenta: “Siempre quise ser un futbolista profesional, me gusta entrenar y quiero ser alguien importante en la vida”. Se define como un 10 moderno, creativo y mucha colaboración en marca, con buen cambio de frente, apertura de cancha, jugar por el centro, con buenas asistencias, cabeceador, tenencia de pelota, generar juego y llegar perfilado al área. Su llegada al Medellín la simplifica de la siguiente manera: “Para mí es una oportunidad que me ha dado Dios, porque es una Institución Profesional para crecer como futbolista y ayudar a mi familia; estas oportunidades no se ven todos los días”.

Hace parte del Rojo de Antioquia desde el 30 de enero, se ha visto sorprendido por el cambio de vida, es una ciudad grande y todo gira en torno a sus estudios y las canchas de entrenamiento. “He recibido mucho apoyo de mi familia, especialmente de mi mamá Yerlis, mi Abuela, me ayudan, me animan, el profesor Mauricio Castro, que me apoya y cree en mis condiciones” reflexiona emocionado.

Jorge Daniel Luna, es hincha del Atlético Nacional, admira jugadores como Macnelly Torres, Cristian Marrugo, y a nivel internacional, Falcao, James Rodríguez y Leo Messi. Con el sueño del Pibe se atreve a confesarnos: “Mis sueños es ayudar a mi Mamá, que salga adelante, que tenga su taller, ella trabaja modistería, regalarle una casa, a mi Abuela mi abuelito que los quiero mucho, a mis tíos y mi Papá que está enfermo”.

A pesar de su juventud maneja una madurez y comparte un mensaje para los niños que recién empiezan: “Hay que trabajar mucho, creer en sí mismos, seguir la enseñanza de sus profesores y tengan mucha responsabilidad, humildad y respeto por los demás”. Ese es Jorge Daniel Luna, un chico con grandes condiciones futbolísticas, un alma pura y optimista que espera en poco tiempo brillar en las canchas Nacionales e Internacionales.