Para nadie es un secreto que el traslado a Mutatá del Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación –ETCR- de Ituango, se debió al peligro que corrían los exguerrilleros de las Farc que allí habitaban con sus familias ¿pero qué pasó con los pobladores de la vereda Santa Lucía de Ituango y comunidades aledañas luego de que se marcharan los excombatientes del antiguo grupo guerrillero?

El militante del partido Farc, Manuel González, denunció el 20 de agosto, a través de su cuenta de Twitter, que la seguridad se complicó: “Desde la salida del ETCR del municipio de Ituango la situación de seguridad se agravó en el Norte de Antioquia. Cada vez se intensifica con más fuerza la confrontación armada en las veredas y caseríos. Ayer fue en santa Ana, pero ya ha pasado en otras veredas y municipios”.

El sacerdote Yonay Tuberquia Agudelo, párroco de Santa Lucía, informó al medio El Colombiano que entre el campesinado hay un ambiente de zozobra por lo que pueda pasar de ahora en adelante, sobre todo cuando esa población se convirtió en el centro de atención no solo a nivel nacional, también internacional por todo lo ocurrido con el proceso de paz.

“El miedo no se va porque la presencia de los grupos armados ilegales aún se siente y la gente no quiere creer que la Fuerza Pública los va abandonar ahora que no están los excombatientes”, expresó el religioso.

Y es que Ituango vive una situación difícil, pues allí hacen presencia las disidencias del frente 18 de las Farc y el Grupo Armado Organizado Clan del Golfo, quienes disputan el control del territorio y las rentas ilícitas.

Por otro lado también se han presentado confrontaciones entre fuerza pública y campesinos, debido a la erradicación forzosa de cultivos ilícitos por parte del Ejército.

Pese a estas situaciones para el Ejército es importante hacer presencia en la localidad, púes la ubicación de Santa Lucía, donde estuvo ubicado el antiguo ETCR, es de vital importancia. Este poblado se encuentra en un cañón que conecta, a través de caminos de herradura, a todo el Nudo de Paramillo y desde ahí se puede llegar al Bajo Cauca antioqueño y gran parte del sur del departamento de Córdoba.

Pero más que sólo la presencia militar, la comunidad de Ituango pide que el Estado no los olvide ahora que ya no está el ETCR; así mismo, los campesinos exigen al Gobierno que cumpla con lo dispuesto en el Programa Nacional Integral de Sustitución de Cultivos de Uso Ilícito –PNIS- y que se les brinden garantías de subsistencia, dignidad y seguridad.