Entre marzo y agosto del presente año, seis comunicadores cordobeses han perdido la vida con cuadros clínicos asociados al coronavirus.

Enfrentados a la tarea de informar sobre la crisis sanitaria, en condiciones de trabajo excepcionales, los periodistas empezaron a tener complicaciones en su salud con síntomas respiratorios y alteraciones de diabetes, según informaron sus familiares.

Héctor Clavijo, Javier Salgado, Humberto Negrete, Luis Cano, Andrés Sierra y Manuel Vicente Jiménez Bula, murieron entre marzo y lo corrido de agosto, tiempo en el cual las autoridades ordenaron un confinamiento tras la propagación de la enfermedad en el territorio cordobés.

Otros cuatro periodistas también perdieron la vida en lo corrido de este año, pero como consecuencia de otras patologías, de acuerdo con lo indicado por sus parientes. Se trata de Guillermo Valencia Salgado, Juan Arcia, José Luis Mendoza y Lino de J Montero.

De los periodistas fallecidos solo Andrés Sierra, estaba vinculado a una empresa y amparado en un sistema de seguridad social. Curiosamente es el único cuya muerte está confirmada que ocurrió por padecer el Covid -19.

Las demás víctimas trabajaban de manera independiente y en la mayoría de los casos cobijados por un régimen de salud subsidiada.

Para el presidente del Círculo de Periodistas de Córdoba, Orlando Benítez Quintero, la pandemia ha desnudado una situación que desde hace muchos años viene afectando al gremio de periodistas en la región, relacionada con la precaria condición laboral en que ejercen las personas que se dedican a informar.

“Los amigos que dejaron este mundo en las últimas semanas, lo hicieron en el más completo abandono. La mayoría eran trabajadores independientes, sin recursos suficientes que les permitieran acceso a salud y a pensión, vivían de la pauta, casi que del día a día”, asegura Benítez.

En su agremiación, que agrupa a cerca de 70 asociados, existen estudios que reflejan la realidad que azota a este gremio.

“Sobre todo en estos tiempos cuando muchos de los colegas están en la calle, en primera línea cumpliendo la tarea y exponiéndose a un destino que podría resultar fatal”, agrega.

Reclamó del gobierno mayor atención en materia de protección y estabilidad laboral, especialmente para los comunicadores independientes, que son la mayoría en Córdoba.

“El gremio de periodistas se está llenando de luto y olvido sin nadie que le dé la mano a los colegas y a sus familias”, concluyó Benítez.

Jaime Montoya Coronado, experimentado periodista monteriano, concluye que algunos de los decesos también guardan relación con el confinamiento, que suscitan problemas de estrés que redundan en las alteraciones de la salud.

“Vale referenciar a periodistas independientes con más de 60 años, afectados por las crisis económicas que se derivan por la falta de financiación de sus espacios radiales, televisión e impresos, especialmente”, expresa Montoya.

Según su teoría, muchos de los comunicadores han sido aislados de las ayudas que ofreció el gobierno dentro del plan de protección económica de las familias en el país.

“Este hecho devela que los anunciados incentivos del alto gobierno no se han hecho efectivos en el transcurso de la pandemia. Este estrés, sin lugar a dudas ha sido propicio para el preocupante índice de mortalidad. A lo que se agrega la afección de muchos otros, y los que se han recuperado del virus”, concluyó Montoya.

Vía: El Tiempo.