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Desde hace varios años se viene planteando en Caucasia la necesidad de construir un albergue municipal para la atención de animales en condición de calle. Sin embargo, este año es otro en que esa necesidad no será suplida, pues a los políticos de turno poco les importa el bienestar animal en una localidad que adolece de empatía por estos seres indefensos que no tienen voz.

En la sesiones del concejo municipal, realizadas la semana pasada, al parecer no se aprobaron recursos para la construcción de un COSO con todas la condiciones; es decir, con instalaciones adecuadas para albergar a los animales, con un puesto veterinario que cuente con equipos y elementos para atender casos de emergencia como animales accidentados, envenenados o en delicado estado salud.

Durante la administración de Oscar Suárez, el municipio donó un lote en donde de manera improvisada se colocaron cercas y se construyeron algunos cubículos para la tenencia de animales; trabajo que fue realizado en un principio por la fundación Proesa Animal y actualmente la fundación Todo por ellos. Sin embargo, las entidades que se han encargado de este espacio han trabajado con las uñas ya que ellos no reciben recursos públicos por su labor, muchas de las cosas que han obtenido han sido producto de la donación voluntaria de algunos caucasianos de buen corazón.

Es sumamente urgente e importante que mientras se construye un coso municipal con todas las condiciones, la Administración Local haga un convenio con la fundación que está a cargo del lote que funge como albergue; con el fin de que esta entidad tenga los recursos necesarios para operar de forma eficiente y una vez con dichos recursos esté en la obligación de atender a todos los animales que lo necesiten, accidentados o en condición de calle. Pues es sabido que la falta de recursos muchas veces limita la labor de los animalistas.

Por ahora el municipio aprobó $60 millones para medioambiente y bienestar animal; sin embargo, algunos animalistas del municipio temen que estos recursos se destinen principalmente para siembra de árboles y sea poco lo que se invierta para bienestar animal. En esto último, los recursos son necesarios para la realización de campañas de vacunación y esterilización, atención veterinaria y alimentación de animales refugiados.

Mientras el municipio se digne a tomar en serio el bienestar de los animales, la comunidad caucasiana debe ser consciente de la responsabilidad que implica tener una mascota, hay que cuidarla, alimentarla bien y esterilizarla -una mascota es un compromiso de mínimo 10 años- sólo así se evitará la proliferación de animales no deseados y su posterior abandono en las calles donde correrán todo tipo de peligros, desde accidentes con vehículos hasta vejaciones de personas con mal corazón que no entienden que los animales son seres sintientes como los humanos.

Por último, sólo queda invitar a los caucasianos a ser dueños responsables de sus mascotas y a aportar su granito de arena (comida para perros y gatos o dinero) a las fundaciones que en el municipio, de manera voluntaria, se dedican a ayudar a los animales en condición de calle.

Recuerda: adopta, esteriliza y no abandones.